martes, 9 de junio de 2009

Bellami : el poeta y la hendija

Bellami : el poeta y la hendija

-…Que se yo, acá es así. Siempre es así.
Einstein decía que todo ya había pasado que mientras estás en el 2009 ya estaba ocurriendo el 3095 y el 1810 en simultáneo. Todo se reduce a un enfoque a una rajadura
que algunos pocos pueden vislumbrar y ahí tenemos la visión de un hecho diferente, tal vez en el futuro, en el pasado o en un presente contínuo.
Todo ya es TODO, es decir NADA.
Todo pasó, como la luz de las estrellas que vemos desde la tierra. Ellas ya no están, simplemente han desaparecido y sin embargo, un día cualquiera, en soledad, levantamos la mirada y pedimos un deseo mientras vemos caer un destello hacia un vacío imposible e infinito aun sabiendo que ese deseo jamás se cumplirá o tardará tanto que nuestro añejo espíritu ya no lo necesitará cuando llegue.- me dijo Bellami con la mirada perdida en el descascarado techo de la habitación 337. Hacía mucho frío, pero él estaba apenas tapado con una cobija y con el torso desnudo, sospecho que en bolas también. Habían cuatro camas más, por suerte vacías pero en condiciones deplorables. Había mugre y olor a pis. Puta que frío!
-Mirá Belami yo prefiero.. digo… Me inclino más a pensar que todo está por hacerse y que vale la pena caer mil veces para levantarse mil una vez. El show es contínuo e ininterrumpido, la obra se escribe y se reescribe a cada momento y más a la hora de tomar decisiones.- le dije casi sin saber que estaba queriendo decirle.
-Ay! Rugolo. Que suerte que tenés que no puedo moverme, si no te golpeo un rato, como cuando éramos pibes. Que pedazo de otario que eras. Siempre confundido, siempre con la nariz sangrando… Qué vida de mierda la tuya también. – dijo sin anestesia y con una cruel sonrisa que dejaba ver los huecos de los dientes faltantes.
-Pará che! A mí no me fue mal, estoy lleno de proyectos, soy universitario, trabajo en una buena empresa en la que me consideran importante. Bah, por lo menos me tienen en cuenta.-
-Y entonces por qué tenés esa cara de susto. Cómo si te doliera el culo de tanta hemorroides…- Bellami empezó a toser y escupir sangre. Buscaba recurperar el aliento como si intentase aferrarse unos segundos más a la vida que se le estaba escurriendo como arena seca por entre los dedos, salvo que se trataba de un líquido amarillento pigmentado de púrpura, cargado de partículas segregadas por la glándula de la muerte. Intenté ayudarlo, en realidad no sabía que hacer, pero él se encargó de solucionar el tema arrojándome un golpe a mi cara justo cuando me acerqué. Caí al piso. Casi no podía ver, estaba mareado y todo sonaba lejano y hueco, supongo que me desmayé unos instantes al tiempo que escuché unos pasos lejanos acercarse con prisa.
El piso estaba congelado, apenas pude abrir los ojos ví dos siluetas que de alguna manera asistían a Bellami, no supe bien que estaban haciendo pero sentí que al irse uno tropezó con mi cuerpo
-Pero la gran puta y este vago que hace durmiendo en el piso?, es una de tus jodas Gabriel?
-No, pero igual no es asunto nuestro, nosotros estamos con el sin dientes. Vamos Miguel, que tenemos una noche larga- le contestó el otro. Después los escuché alejarse.
Bellami se calmó y empezó a recitar
-La vida tiene que tener poesía, tanto de la alegre como de la triste, pero no puede carecer de ella. Siempre debe existir un móvil, un sentido sólo hay que saber seguir el sendero y no detenerse, al menos hasta que te llegue la fecha de vencimiento.
Vinicius decía que el poeta es un creador, o mejor, un estructurador de lenguas, y siendo así, de civilizaciones.
Homero, Virgilio, Dante, Chaucer, Shakespeare, Camões,
los poetas anónimos del Cantar del Mío Cid viven aun a base de esas afirmaciones.
Puede ser. Pero para el burgués común la poesía no es cosa que se pueda cambiar usualmente por dinero, colgar en la pared como un cuadro, colocar en un jardín como una escultura, poner en un tocadiscos como una sinfonía, transportar a la tela como un cuento, una novela o un romance, ni exhibir como un guión cinematográfico, un ballet o una pieza de teatro. Modigliani podía, en la época en que moría de hambre, cambiar una tela por un plato de comida y muchos artistas plásticos lo hicieron antes o después que él. Pero encuentro difícil que un poeta pueda jamás conseguir su cena a cambio de un soneto o una balada.
Por eso me parece que la mayor belleza de este arte modesto y heroico es su aparente inutilidad.
Eso da al verdadero poeta fuerzas para no comprometerse jamás con los dueños de la vida. Su único patrón es su propia vida: la vida de los hombres en su larga lucha contra la naturaleza y contra sí mismos para realizarse en amor y tranquilidad….- Se hizo un largo silencio. Yo me incorporé como pude, la maldita nariz me sangraba como siempre, como toda mi espantosa existencia, me limpié con un trozo de género que encontré por ahí y traté de contener la hemorragia.
-Por qué carajo me pegaste hijo de puta. Me arruinaste el traje!- Bellami sonrió y tosió un poco, luego hizo un gesto para que me acercara. Sospecho que su aliento era detestable pero como yo tenía la nariz rota no podía olerlo.
-Es… que no quería que te atraparan a vos también, esos… esos dos…
-Quiénes, los médicos? Por qué iban a atraparme si yo no estoy murie… digo no estoy internado-
-Je, te da miedo decirme que estoy listo.. Ahhh… Ohhh, je je je- Bellami soltó una carcajada estruendosa pero enseguida se silenció y se sobresaltó pero no por él si no por mí.
-No volverás a pegarme?
-No, ya no por esta vida. Creo.- Me dijo confidencialmente.- En realidad nunca quise pegarte pero vos necesitás que te aleccionen para reaccionar.
-Si pero…
-Bah, vos también estás internado y te estás muriendo en este instante, sólo que todavía no podés verlo y crees que me ves a mí… Aquí, postrado y listo para entregar los botines. Yo ni siquiera estoy. Pero será mejor que esos dos no te encuentren todavía, porque son bravos y estuvieron en todas las catástrofes de la humanidad.
-Los médicos?- pregunté totalmente perdido.
-Sí. Si te gusta llamarlos así. Pero son dos locos que se creen enviados de Dios. Así que andan por el mundo propiciando hecatombes y en sus ratos libres recolectan la historia de la humanidad o por lo menos el pensamiento de unos cuantos que se atrevieron a ver por las rajaduras y entendieron que Dios también empezó y terminó en un mismo instante. Ellos quieren evitar que eso suceda y tratan de corregir errores.
Eso es todo.- Bellami se quedó callado, me acerqué con cuidado, tal vez por miedo a verlo muerto, no sé. Y de pronto un fuerte impacto estremeció mi mentón. Caí redondo al piso y ahí sí que me desmayé. Para cuando me repuse ya era de día, un rayo de sol tan gélido como la habitación me dió en el rostro, me levanté torpemente mareado. Estaba hecho un asco. En la cama de Bellami sólo había un colchón sucio y apolillado y una notita que entendí estaba dirigida a mí: cuidate la napia boludo.- rezaba.
Mientras salía hacia la calle por el corredor pude ver por una pequeña hendija de la puerta a dos tipos que se acomodaban unas gigantescas alas dentro del guardapolvo.
Cerré fuertemente mis ojos y me dije – ¡eso es imposible! - Y al volverlos abrir la hendija se cerró dejando lugar a una oscura puerta de madera.
Así que ahora me dedico a ver pasar mis días tal como deben ser.
Soy un tipo razonable.
Tengo trabajo
Tengo tarjeta de crédito.
Tengo celular.
Soy medianamente feliz.


Chinasky